Las lágrimas brotaron de los ojos de algunos y corrieron por las mejillas de otros. Nos quedamos mirando las pantallas grandes en la Cena Benéfica 2019 de GPCC y vimos cómo el total pasó rápidamente de $ 192,450 a $ 325,00 a más de $ 500,000. En una noche, la gente dio más de $562,000 dólares a nuestra misión y visión.
Lo que los invitados que estaban junto a nuestro personal no sabían era que en ese momento estábamos llorando lágrimas de alegría por lo que Dios había hecho con nuestro polvo.
Durante el último año, nuestro equipo ha atravesado una de las temporadas más agotadoras que jamás hayamos vivido. Entre las jornadas de puertas abiertas, la formación de voluntarios, la No planificado la planificación de la visión y las responsabilidades cotidianas, se libraba una batalla espiritual contra nosotros. Se perdieron seres queridos, se detectó cáncer, se diagnosticaron enfermedades físicas y mentales, se sufrieron abortos espontáneos, se perdieron empleos y, en última instancia, nos quebramos hasta el punto de convertirnos en polvo.
Hemos sentido los dolores de este mundo roto y nos hemos enfrentado a las realidades de la guerra espiritual que promete la Biblia. Con cada golpe, hemos hecho lo único que podíamos: recurrir a la verdad de la Palabra de Dios y derramar nuestras almas en oración.
La mañana de la cena benéfica, volvimos a clamar a Dios. Le rogamos que actuara a lo grande, y reconocimos que recaudar los fondos que necesitábamos sería una prueba de Su obra y sólo para Su gloria. Mientras orábamos alrededor de la mesa, muchos de nosotros pedimos 500.000 dólares, a pesar de que nuestro objetivo era de 450.000 dólares, y no estábamos seguros de poder alcanzar esa cifra. Nuestra fe aquel día no estaba en las respuestas a nuestras oraciones, sino en el carácter de Dios.
Así que cuando sumamos nuestras cifras preliminares y superaron con creces lo que podíamos haber imaginado, supimos que Dios se había presentado y se había lucido. Una vez más, superó con creces nuestras expectativas y nos mostró que nuestra misión es Su misión.
Y no importa el sufrimiento que nos sobrevenga, Sus planes no se detendrán.
Deanna Jewell
Deanna es la Directora Senior de Salud y Servicios al Cliente del Care Center.