Vino ese sábado por la mañana porque su pastor se lo pidió. Su iglesia participaba en las marchas de oración de Love Life ante el abortorio local, pero él nunca había ido hasta ahora. Para ser sincero, nunca se le había ocurrido asistir. Sabía que era "provida", pero no mucho más que eso.
Junto a una gran multitud de personas, bajo la brillante luz del sol matutino, escuchó la verdad sobre lo que estaba ocurriendo en su propia ciudad. Casi 40 abortos a la semana: la calle más mortífera de Greensboro.
Asombrado por esta trágica verdad, caminó en silencio con el grupo mientras cantaban y rezaban frente al centro abortista, una fachada bastante lúgubre de un edificio oculto a la vista desde la calle cercana.
Vio cómo personas con chalecos rosas -voluntarios del Centro de Atención a Embarazadas de Greensboro- llamaban a las mujeres que entraban en el centro. Les ofrecían ecografías gratuitas y la oportunidad de informarse de todas las opciones antes de tomar una decisión.
Y luego vio cómo personas con chalecos multicolores -acompañantes de centros de aborto- también llamaban a las mujeres y las instaban a ignorar a los voluntarios del centro de embarazo.
Una cosa era imposible de negar: se trataba de una zona de guerra.
Se le llenaron los ojos de lágrimas. "No lo sabía", dijo. "Me avergüenza no haberlo sabido".
Nuestra respuesta al aborto
La reacción de este hombre ante la realidad del aborto no es infrecuente; muchos dentro de la iglesia no tienen ni idea de lo que ocurre seis días a la semana en Randleman Road. Cuando ese día abrió los ojos por primera vez, se enfrentó a una disyuntiva: seguir con su vida normal o hacer algo ante la tragedia que tenía delante.
William Wilberforce, en un discurso ante la Cámara de los Comunes inglesa, dijo lo siguiente sobre la esclavitud:
"Puedes elegir mirar hacia otro lado, pero nunca más podrás decir que no lo sabías".
Nunca más podremos decir que no lo sabíamos.
Yo estaba allí el día que a ese hombre se le abrieron los ojos, el día que su corazón empezó a cambiar. Desde entonces, ha vuelto al abortorio todos los sábados, entregado a la oración y decidido a no mirar hacia otro lado.
Porque hasta que la Iglesia no mire al aborto por lo que es con una mirada inquebrantable y llena de dolor, nunca nos sentiremos movidos a ponernos en la brecha por los no nacidos y las madres que se enfrentan a embarazos no planificados.
No apartes la mirada
Si nunca has asistido a una caminata de oración de Love Life, te invitamos a asistir este sábado de 9 a 11 am en 2401 Randleman Road. Esta semana es el 4º evento anual de Jóvenes por la Vida, un momento en el que estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad se reúnen en apoyo a la vida; pero personas de todas las edades son bienvenidas. Puede leer más acerca de lo que puede esperar en estas caminatas de oración haciendo clic aquí.
Si está interesado en convertirse en defensor de las aceras, puede asistir a nuestra próxima formación el miércoles 25 de septiembre. Inscríbase hoy mismo haciendo clic aquí.
No apartes la mirada de la verdad sobre el aborto y el impacto que tiene en las mujeres. En lugar de ello, únete a nosotros mientras trabajamos juntos para seguir empoderando a las mujeres para que afronten sin miedo sus embarazos no deseados.
Tim Rogers es el Director de Expansión del Centro de Atención a Embarazadas de Greensboro.