El lugar más peligroso: Crear una cultura de la vida para nuestros hijos
Caminamos con la multitud de personas hacia un edificio viejo y ruinoso. La maleza se abría paso por todas las grietas y hendiduras visibles. El edificio se encuentra al final de un largo camino de entrada, y los voluntarios con chalecos de colores brillantes se alinean a ambos lados. Caminamos en silencio mientras una abrumadora sensación de tristeza se instalaba a nuestro alrededor